El concepto de reproducción asistida – RA se refiere a un conjunto de técnicas y tratamientos que sustituyen el proceso natural de la reproducción con el objetivo de posibilitar un embarazo; implica la participación de gametos masculinos y femeninos (Espermatozoides y ovulos) en el proceso, habitualmente a través de la fecundación donde intervienen una serie de elementos, tanto humanos como técnicos.
La dificultad para conseguir un embarazo o la existencia de un problema de fertilidad no siempre va a necesitar la implementación de una técnica de Reproducción Asistida como primera opción; hay ocasiones en las que su causa es un trastorno leve que puede ser solucionado con tratamientos más convencionales o con conductas basadas en potenciar la salud y los hábitos reproductivos, lo que puede llamarse como el restablecimiento de la fertilidad natural. Si estas posibilidades no consiguen el resultado esperado, es entonces cuando surge la alternativa útil de recurrir a una técnica de Reproducción Asistida.
En teoría, la RA pueden resolver casi todos los problemas reproductivos, excepto la patología severa o la ausencia de útero (o matriz), mediante técnicas específicas de donación de gametos o embriones. No obstante, esto no quiere decir que todas las mujeres pueden ser tratadas con técnicas de reproducción asistida, o que todas las mujeres que son tratadas conseguirán un embarazo.
Básicamente, la reproducción asistida permite ser padres a miles de parejas que de otro modo no lo consiguen. Son tratamientos que se realizan con una serie de procedimientos de manipulación controlada de gametos (óvulos y espermatozoides) y/o embriones en laboratorios altamente especializados, necesarios para llevar a cabo la inseminación intrauterina (IIU) y la fertilización in vitro (FIV).
Las Técnicas de Reproducción Asistida – TRA para el tratamiento de infertilidad o subfertilidad se conocen como técnicas de baja complejidad y técnicas de alta complejidad:
1.Técnicas de Baja Complejidad: que son aquellos tratamientos en los cuales la unión entre el óvulo y el espermatozoide se realiza dentro del aparato genital femenino y son:
– Inducción de la ovulación IO que consiste en utilizar medicamentos para simular la liberación de uno o más óvulos del ovario. La IO se puede hacer en una de dos situaciones particulares. En ciertos casos, la IO se utiliza para ayudar a las mujeres que tienen ciclos irregulares y no liberan un óvulo por sí solas para ovular. En estos casos, el objetivo es utilizar medicamentos para ayudar a la mujer a liberar un sólo óvulo.
– Inseminación artificial o Inseminación Intrauterina IUI consiste en introducir los espermatozoides directamente en el útero de la mujer mientras ella está ovulando (previa inducción de ovulación), lo que ayuda a los espermatozoides a llegar más cerca del ovulo; se realiza con semen de la pareja o semen de donante.
2. Técnicas de Alta Complejidad: son aquellos tratamientos o procedimientos que se realizan en laboratorio e incluyen la manipulación de ovocitos y espermatozoides, o embriones humanos, para generar el embarazo. Son:
– Fertilización Invitro FIV: es una técnica por la cual la fecundación de los ovocitos por los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la madre. Para ello es necesario extraer los óvulos previa estimulación ovárica y llevarlos al laboratorio para que a través de un invitro se unan con los espermatozoides y se produzca la fecundación.
– Inyección Intra-Citoplasmática de espermatozoides (ICSI) es una técnica de micro manipulación muy sofisticada que consiste en la introducción de un espermatozoide en el interior de un óvulo utilizando una aguja finísima. Se utiliza cuando no hay respuesta en la FIV o los espermatozoides son pocos. Es una técnica que complementa la FIV.
– Crio preservación y transferencia de embriones: se utiliza después de una FIV cuando hay varios embriones fecundados y de buena calidad, los cuales se pueden crio preservar para ser usados en un futuro por la pareja. Es un procedimiento que no altera la calidad de los embriones preservados.
– Ovodonación, (utilizado en situaciones de infertilidad femenina) consiste en una fecundación in vitro, solo que, en vez de utilizar los ovocitos de la paciente, se usan los ovocitos de una donante anónima.
– Diagnóstico Genético Preimplantacional DGP: se utiliza como complemento a un tratamiento de RA es el estudio del ADN de embriones humanos para seleccionar los que cumplen determinadas características y/o eliminar los que portan algún tipo de defecto congénito. Las enfermedades que puede detectar el DGP son todas las relacionadas con alteraciones cromosómicas como el S. de Down, S. de Turner, S. de Klinefelter, etc. Y enfermedades monogénicas como x-frágil, atrofia muscular espinal, fibrosis quística, fenilcetonuria, albinismo, etc.
Las técnicas como la preservación de embriones congelados o vitrificados (crio preservación de embriones) y el diagnóstico genético preimplantacional, han surgido como consecuencia del desarrollo de la FIV o Fertilización Invitro que son todas aquellas modalidades de reproducción asistida en las que la fecundación se produce en el exterior del tracto reproductor femenino.
Es importante, por lo tanto, que la salud de la pareja o mujer que busca de tratamiento de RA sea la mejor posible para aminorar riesgos, lo que no quiere decir que las mujeres que sufren de enfermedades crónicas (como la diabetes, por ejemplo), no puedan acceder a estas técnicas; sin embargo, éstas deberían estar controladas tan bien como sea posible.
Cuando la mujer, sola, o en pareja, busca la alternativa de una reproducción asistida, es fundamental aprovechar el momento para mejorar hábitos de vida con el fin de proporcionar el mejor ambiente posible para el niño que se desea.
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